Tribuna de opinión

Os paso el contenido de la tribuna de opinión que he realizado para el Día Internacional contra la Violencia de Género que hoy publican en "La Rioja".

La educación el reto definitivo.

Estamos a punto de que se cumplan cinco años de la aprobación de la Ley Integral contra la Violencia de Género, fruto de un consenso histórico, que ha permitido que a día de hoy muchas sean las mujeres que han sido protegidas, muchos los maltratadotes detenidos y muchas las personas que no se quedan impasibles (como antes) ante el maltrato.

Debemos recordar y aprender de la fuerza que tenemos todos y todas cuando nos unimos. Por esa razón lamento profundamente que el Gobierno Regional riojano haya querido escenificar que este problema es de “otros”, los inmigrantes, y no de toda la sociedad española, como ocurre en la realidad. Este año se ha invitado exclusivamente a personas de asociaciones de inmigrantes para elaborar un video contra la Violencia de Género en el que a nuestro juicio deberíamos de estar representados toda la sociedad riojana además de los inmigrantes: partidos políticos, sindicatos, asociaciones, vecinos/as, etc. Este peligroso mensaje, que ya se empezó a esbozar el año pasado, hace que corramos el riesgo, como sociedad, de olvidar cual es el origen del problema que no es otro que el de la falta de educación en igualdad. La educación tiene que ser el eje prioritario contra la Violencia de Género. Somos lo que aprendemos y alrededor nuestro nos encontramos con infinidad de estereotipos sexistas sobre la imagen de la mujer que calan en lo más hondo de personas jóvenes que están formando su personalidad y que les hacen reproducir los actos violentos o sexistas que observan, y es preocupante que la edad de maltratadores y víctimas sea cada vez menor o que los casos de maltrato hayan aumentado en las franjas de edad inferior a 30 años. No puede ser.

Debemos, pues, trabajar para que la percepción social de la mujer no siga siendo sesgada, de dependencia ni de dominación. La educación en valores democráticos implica colocar el papel de la mujer como persona en igualdad de derechos y para ello, la educación, tanto en la familia como en el aula, debe ser el eje de nuestras próximas actuaciones de manera prioritaria. Debemos impulsar el desarrollo de programas específicos contra la Violencia de Género en las Escuelas, Institutos y Universidades. Creemos que es también necesario un compromiso más explícito en los padres y en las madres para que cuestionen todo aquello que contribuya a la perpetuación de los roles de la desigualdad, y para que manden mensajes directos a sus hijos y a sus hijas: no se te ocurra controlar a una mujer, y no te dejes nunca controlar por un hombre. Debemos dar así el salto definitivo desde el trabajo activo de toda la sociedad para alcanzar la igualdad.