lunes, 28 de enero de 2013

Diputados/as freelance

Resulta curioso que hoy en la prensa se haga el paralelismo intencionado de lo que cobran los diputados/as (raso unos 600 y pico euros al mes) con las propuesta de Pedro Sanz de rebajar diputados de 33 a 25 en el parlamento, se usa aquí la demagogia de que no hay que dar al "político ni un euro porque son unos vagos y hay que reducirlos" pero se obvia que estos diputados se someten a la voluntad del pueblo y son elegidos democráticamente para hacer propuestas y CONTROLAR al gobierno (que es lo que de verdad molesta), nada dice el reportaje de la clientelar lista de puestos a dedo y asesores del gobierno regional que les puedo asegurar que tienen unos sueldos que sobrepasan en mucho los 600 euros del diputado raso. Tampoco de que con esa propuesta se imposibilita de facto que otros grupos parlamentarios entren en el parlamento de La Rioja. Ya ven jugada perfecta de la derecha que algunos aplaudirán sin ninguna duda no sabiendo los efectos reales.

Os paso una reflexión sobre lo que resulta ser un/a diputado/a freelance:

Hace unos días María Fabra - periodista de “El País” - me entrevistaba para conocer de primera mano como es la labor de un/a Diputado/a en el Parlamento de La Rioja que compagina su labor parlamentaria sin dedicación exclusiva –sin sueldo- con el trabajo con el que paga su hipoteca como el resto de los mortales. De lo que hablamos, de lo poco que se puede transmitir en una conversación, de las experiencias que día a día vivo con mis compañeros/as de grupo y de sus problemáticas específicas surgieron muchas reflexiones y la necesidad de aclarar cuestiones que se quedaron en el tintero y que la mayoría de ustedes desconocen.


A veces, es más cómodo creer a pies juntillas aquellas ideas preconcebidas sean éstas ciertas o no; a veces, por mucho que lo demostremos, es batalla perdida defender la honestidad de la política, su utilidad y un hecho evidente: que no somos todos/as iguales.
Más o menos mi día a día es el siguiente: de lunes a viernes comienzo mi jornada como profesora en el instituto a las 8:50 y termino a las 14:45, la tarde se la dedico a mi vida, a la política y también al cole, porque un profesor no desconecta al acabar su jornada laboral, siempre está liado/a en corrección de exámenes y trabajos, preparación de clases, reuniones, en el Consejo Escolar,… etc. En definitiva, son dos jornadas laborales, no hay tardes libres y mi agenda se llena los fines de semana con “presencia en el territorio” –pueblos y actos públicos-. En muchas ocasiones me siento desbordada por que mis dos trabajos quiero hacerlos bien (no incluyo la conciliación familiar porque mi pareja es fantástica y entiende todo lo que me pasa , lo comparte, y con 37 años aún no he podido tener familia). Reuniones, lecturas de documentación densa y técnica, realización de iniciativas parlamentarias, preparación de intervenciones publicas, reuniones con colectivos las dejo de 17:00h en adelante. Siempre me dan las tantas de la noche y ahí sigo…

No me quejo porque nadie me obliga a ello, sólo mi conciencia y mi compromiso ideológico; y porque soy consciente que mi dieta como Diputada (en torno a seiscientos y pico euros al mes) es con lo que sobreviven muchas familias en mi Comunidad Autónoma de “la excelencia”, pero la realidad es que esta situación genera que en algunos momentos y en contra de mi voluntad no pueda atender bien mi faceta política ya que mientras no contesto al teléfono o no atiendo a los mails de los colectivos o de los ciudadanos que se quieren poner en contacto conmigo para resolver un problema ya que estoy por las mañanas en clase. O no leo el periódico hasta el primer recreo, no puedo dar una rueda de prensa más que una hora por semana por la mañana, cuando te atienden los medios de comunicación, y los problemas de la ciudadanía siguen y necesitan ser defendidos de un Gobierno que no escucha y que aplica el rodillo de la mayoría absoluta sin importarle nada. Esas personas nos necesitan en ese momento y disponibles 24h y lamentablemente con la situación que se vive en la Rioja y que ahora van a padecer los diputados/as y la ciudadanía castellano-manchega (por ejemplo) lo único que se resiente de verdad es la democracia y la eficacia de sus instituciones.

Y que esto sea así está claro que interesa a alguien: a quien considera que la actividad parlamentaria es un incordio o un mero trámite y hacen creer a la ciudadanía que todos los políticos somos iguales y respondemos al estereotipo de “vagos y caraduras, incultos y sin oficio ni beneficio, que solo levantan la mano y cobran mientras juegan en el Ipad al apalabrados”.

Si quisieran ahorrar dinero de verdad podrían empezar por sus asesores, los que no fueran necesarios, podrían empezar por contratar a profesionales y no a familia y amigos o a afiliados incompetentes. Porque dejémonos de demagogias: estos recortes en gasto parlamentario sólo afectan a la oposición, a esa que da “mucha guerra” y a la que hay que dificultar su labor como sea. Como a los sindicatos, a las asociaciones de Padres de Alumnos, a los profesores, sanitarios o bomberos. Forestales o policías…¿o alguien piensa que el PP quiere quitar liberados sindicales porque son unos vagos? Es porque han movilizado a la ciudadanía contra los recortes en el Estado del Bienestar que hasta ahora hemos disfrutado. Y todo esto lo hacen mientras les dicen a ustedes que en La Rioja estamos mucho mejor que la media…
Yo no me conformo con esta situación porque creo en la POLITICA -así con mayúsculas- y quiero trasformar lo que me rodea en un mundo mejor. Sé que puede parecer hortera o iluso, pero sigo luchando por un futuro mejor del que otros me legaron y lo quiero hacer desde las premisas que configuran el ADN del socialismo en el que creo: con igualdad, justicia y solidaridad. Quiero escuchar con tiempo a las personas, quiero informarme y hacer propuestas con rigor, y así, con esta forma de hacer política, no tengo el tiempo necesario, se lo robo a mi familia o a la idea de tener hijos o de disfrutar de mi tiempo libre.
Eso sí, también digo que esto se lleva en la sangre y si fuera necesario lo haría gratis: nunca me rendiré. Tengo muy presente a los que nos precedieron y a los que posibilitaron con la complicidad y el trabajo de la sociedad española un país sin miedo, con derechos y con estado del bienestar. Y no vamos a renunciar a ello por muchas cortapisas que nos pongan algunos.
Un Parlamento debiera ser lo más parecido a algo “Sagrado”; debiera ser un foro transparente, abierto, apasionado, donde se nos exigiera a los parlamentarios empatía honradez, trabajo y eficacia, donde se encontraran cauces para que la ciudadanía participara asistiendo con libertad a los debates o participando en las comisiones; con una ciudadanía crítica que no solo nos premie o castigue con su voto de elección en elección cada cuatro años, quisiera una ciudadanía que sepa diferenciar a quienes hacen bien su trabajo de los que no, a quienes les escuchan y les defienden de quienes no, que no nos metan a todos en el mismo saco porque la mayoría de políticos somos gente normal y trabajadora que jamás hemos perdido el contacto con la realidad de la sociedad porque somos educadores, trabajadores sociales, abogados, comerciantes, pequeños empresarios, sanitarios o desempleados... como el resto de los mortales.
Esto es la política y no lo que sale en los telediarios. Y esto es lo que yo reivindico.

lunes, 14 de enero de 2013

La Fundación San Millán y CILENGUA no recibirán ni un sólo euro por parte del gobierno del PP de Rajoy en 2013

La Fundación San Millán y CILENGUA no recibirán ni un sólo euro por parte del gobierno del PP de Rajoy en 2013 

Desde el PSOE de La Rioja lamentamos la visión autocomplaciente y triunfalista del desarrollo de la actividad de la Fundación San Millán y del CILENGUA con el único fin de ocultar la falta de financiación del gobierno de Mariano Rajoy a la misma ya que este año no existe partida presupuestaria a nivel nacional para 2013. Los gobiernos del PSOE apostaron en su momento por este proyecto invirtiendo más de 1.200.000 euros. Sólo retrasado en una parte por problemas burocráticos en la Unión Europea.

Gonzalo Capellán reconoce en su rueda de prensa que la dotación de 400.000 euros en los presupuestos generales del estado de 2012 no era tal si no la cancelación de “una deuda” (lo que quedaba pendiente de cobrar de los fondos FEDER), es decir: que reconoce que mientras que el PSOE en el gobierno de la nación garantizaba una partida presupuestaria año tras año para La Rioja, el gobierno del PP la elimina y abandona la Fundación San Millán de La Cogolla.

En nota de prensa de la delegación de gobierno del 6 de septiembre de 2010 se explicó que no existía tal deuda ya que el programa se financiaba con fondos comunitarios y que en abril de 2007 se detectaron incidencias que hacen que el 11 de noviembre de 2008 la comisión europea paralice los pagos. A pesar de ello, en octubre de 2009, se tramitó con carácter excepcional y con cargo a los recursos disponibles en el Ministerio de Economía y Hacienda el abono del 85% (1.261.356,11 euros) del importe correspondiente a la ayuda comunitaria certificada por la fundación.

Respecto al “concluido Plan Director” de los monasterios emilianenses donde se cita la reciente restauración del refectorio como conclusión del mismo (financiada por una gran empresa constructora), el PSOE le recuerda al Consejero que en los monasterios de Suso y Yuso aún queda un ingente Patrimonio cultural sin restaurar –incluso algún conjunto monumental de arte mueble de primera categoría que se halla, y se muestra, en un estado lamentable a los visitantes- y ese supuesto final en todo caso será así cuando se termine de pagar a la empresas que han intervenido en dichos trabajos de restauración, a las que todavía no se les ha pagado parte de su trabajo pese a estar entregadas dichas obras hace ya meses e incluso inauguradas con actos oficiales.

Desde el PSOE de La Rioja creemos en este proyecto y desarrollaremos diferentes iniciativas parlamentarias de control e impulso al gobierno para garantizar recursos suficientes para desarrollar actividades en este 2013 ante la falta de financiación nacional.